Michelle Garcia Winner, MA, CCC-SLP, and Pamela Crooke, PhD, CCC-SLP - Interpreted from English by Joana Hall-Olivares
No hay mayor cumplido que prestar nuestra atención a otra persona (cuando es deseada, por supuesto). Ya sea que el enfoque sea breve, sostenido o no dividido, anhelamos el reconocimiento de los demás. La otra cara es lo que podríamos llamar el "anti-cumplido" de un enfoque a medias y dividido entre las pantallas de tecnología y el enfoque cara a cara. Esta atención incompleta e interrumpida transmite un mensaje fuerte: estoy interesado en usted-o algo así… O tal vez no tanto.
No hay mayor cumplido que prestar nuestra atención a otra persona (cuando es deseada, por supuesto). Ya sea que el enfoque sea breve, sostenido o no dividido, anhelamos el reconocimiento de los demás. La otra cara es lo que podríamos llamar el "anti-cumplido" de un enfoque a medias y dividido entre las pantallas de tecnología y el enfoque cara a cara. Esta atención incompleta e interrumpida transmite un mensaje fuerte: estoy interesado en usted-o algo así… O tal vez no tanto.
Un informe reciente, Redes sociales, Vida social: los adolescentes revelan sus experiencias (Common Sense Media, 2018), arroja luz sobre una creciente brecha entre nuestra atención a los dispositivos electrónicos y las redes sociales y las interacciones cara a cara. El treinta y cinco por ciento de los adolescentes ahora dice que los mensajes de texto es su modo preferido de comunicación con los amigos, mientras que el 32% prefiere el contacto cara a cara. Compare esto con los datos de 2012, cuando el 49% favoreció las interacciones cara a cara. El informe también explora los sentimientos sobre las redes sociales en función de la percepción de bienestar social o emocional alto o bajo. No es sorprendente que el 70% de las personas con bajo bienestar social y emocional se sienta excluido o marginado en las redes sociales. Esto tiene sentido, ¿ha tenido la experiencia de no haber sido elegido para un equipo o proyecto? Es la misma decepción y tristeza que impregna las bóvedas emocionales de aquellos que se sienten excluidos en el ciberespacio. Curiosamente, desde una perspectiva de salud mental, la mayoría de los adolescentes informaron que las redes sociales provocaron una disminución de la depresión y la ansiedad. Sin embargo, esto último puede representar la diferencia entre la autoconciencia de un adolescente y las percepciones de su vida en ese momento frente a la visión conocida y más objetiva de un adulto. La mayoría de nosotros recordamos que nuestra capacidad de autoevaluación y conciencia precisa durante la adolescencia no fue óptima.
Desde nuestra experiencia al hablar con maestros y padres de todo el mundo sobre el impacto del mundo digital, existe una preocupación generalizada de que un menor número de encuentros cara a cara aumenten la ansiedad social y la depresión. De hecho, tanto Sherry Turkle (Alone Together, 2011) como David Hsu (Untethered: A Primer on Social Isolation, 2018) discuten el vínculo entre las interacciones sociales limitadas en las comunidades cara a cara y los desafíos de salud mental como la ansiedad social, la ansiedad y la depresión. La conexión es clara: el aislamiento social sostenido de la interacción con personas reales "en persona" conduce a desafíos de salud mental. Entonces, ¿qué estamos haciendo al respecto?
Como seres humanos, reconocemos el poder de un abrazo o el apoyo físico de una palmadita en la espalda o una mano en el hombro en un momento de crisis emocional. Sabemos que un "dame esos cinco" o un golpe amistoso de un compañero, así nada más, reconoce nuestra existencia e implica una posible conexión. Por otro lado, la investigación ha demostrado que una falta completa de contacto físico es perjudicial para la salud mental, emocional y física. ¿Qué pasa con la importancia y el papel de las relaciones?
En un artículo de 2018 titulado ¿Cuántas horas se tarda en hacer un amigo? El Dr. Jeffrey Hall enfatiza que se requieren muchas horas dedicadas para pasar de ser un simple conocido a la amistad. Pero con solo 15 o más horas de vigilia todos los días, hay solamente tantas horas para dividir entre conexiones digitales y personales, y si bien tanto la comunicación digital como la personal tienen distintos matices, ¿no deberíamos entenderlo? ¿practicar ambas? Más importante aún, ¿estamos desarrollando las relaciones cara a cara que todos necesitamos para sentirnos conectados en nuestras comunidades no virtuales, escuelas y entornos de trabajo?
Trabajamos con muchos niños, adolescentes y adultos cuyo bienestar social y emocional está en alto riesgo. Los padres y los profesionales están muy preocupados por el bienestar social y emocional de muchos, si no todos, los niños de hoy. Algunos informan que sus hijos casi no dedican tiempo a las comunidades cara a cara y las ramificaciones de esto no se comprenden completamente. Pero el tiempo lo dirá, mientras estudiamos a esta primera generación de niños que han tenido acceso gratuito a dispositivos y redes sociales a lo largo de sus años de formación.
La buena noticia es que muchos de nosotros seguimos dedicados a enseñar estrategias directas y explícitas para la comunicación cara a cara como posibles agentes protectores o vacunas contra la soledad. A medida que enseñamos hacia un mayor enfoque en las personas y las relaciones en el aquí y el ahora, hemos reunido algunas ideas para que las explore.
1. Discuta la idea de la "división de comunicación digital y cara a cara" con las personas con las que trabaja en aulas, grupos religiosos, equipos deportivos y hogares. Hable sobre sus expectativas sociales para los compañeros en las comunidades en línea y en tiempo real. Explore la idea de que cuando hacemos cosas pequeñas para mostrarnos que nos damos cuenta de que somos miembros de nuestra comunidad (ni siquiera como amigos), podemos sentirnos más cómodos en nuestra propia apariencia social. También podemos optar por señalar:
Los humanos necesitan la atención de los demás. La mayoría prefiere atención positiva, pero tomará la atención negativa si esto es todo lo que pueden obtener.
Por lo general, describimos a las personas como amables y accesibles si buscan nuestra atención y muestran interés en nosotros. Por ejemplo, imagine una situación hipotética: dos personas caminando que son exactamente iguales en todos los aspectos, excepto que una dice "hola" y la otra nos ignora. En última instancia, consideraremos a estas dos personas de manera muy diferente. La primera parece "amigable", mientras que la otra puede pasar desapercibida. O bien, podemos pensar que él o ella es distante o grosero o que no le agradamos. Si se nos pide que elijamos a alguien con quien trabajar en un grupo, es probable que elijamos el que percibimos como amigable.
Ser amigable no es una amistad, pero ser amigable conduce a un mayor sentido de comodidad social en nuestras comunidades. Cuando nos sentimos cómodos con quienes nos rodean, incluso con personas con quienes no participamos activamente en las interacciones, es menos probable que desarrollemos ansiedad social y depresión relacionada.
Basado en lo anterior, discuta cómo se ve esto en tiempo real. Aliente a los alumnos a levantar la vista de sus dispositivos al pasar el rato o caminar junto a sus compañeros y a reconocerse verbalmente (ya sea "hola" o "hey" o "¿qué pasa?") O con una mirada, asentir con la cabeza o sonreír.
2. Todos estamos distraídos por nuestros teléfonos. Después de todo, muchos de nosotros tenemos una mini computadora con infinitas maneras de perder el enfoque en los demás. Muchas de las personas con las que trabajamos son conscientes de que no están experimentando plenamente el mundo cara a cara, y cuando están incómodos, cambian la atención a su dispositivo. Un lugar para comenzar es recordar (o enseñar) el valor y el impacto de los saludos en la construcción de la propia comunidad cara a cara. La mayoría de nuestros estudiantes saben cómo unirse a una comunidad digital (iniciar sesión, publicar, comentar), pero batallan en las interacciones cara a cara en tiempo real. Nota: las personas que son altamente ansiosas o menos competentes socialmente lo encontrarán difícil, incómodo y es probable que rechacen, presenten excusas o simplemente se nieguen. Tómese el tiempo "por adelantado" para explorar las razones por las que las comunidades sociales son esenciales, no solo en línea, sino en persona.
¡Tenga en cuenta a las muchas personas con dispositivos en la mano que rara vez han experimentado saludar a sus compañeros, ya que siempre se distraen con sus teléfonos durante el tiempo no estructurado! ¿Cómo los ayudamos a parecer abiertos a comunicarse con los demás en el mundo cara a cara?
Comience observando: haga que el individuo observe a los demás mientras se saludan. Necesitamos observar el comportamiento social para ayudarnos a notar las estrategias y elecciones de los demás. ¡No te saltes este paso!
Haga que noten las diferentes formas en que las personas se saludan entre sí (con palabras y sin ellas).
Luego, haga que observen a sus compañeros nuevamente para identificar a la persona con la que desean practicar, así como qué tipo de saludo usar. Nota: muchos solo querrán saludar a los adultos al principio. Esto está bien y genera confianza, así que no los obligue a elegir un compañero de inmediato. Permita que el estudiante o el cliente decida si desea usar un saludo verbal o simplemente un gesto (saludar, sonreír, asentir, mirar, etc.). Esto diferirá según la edad y la cultura, por lo tanto, ayude al estudiante a reconocer diferentes tipos de saludos para diferentes personas, lugares y situaciones.
Reconozca que muchas personas con ansiedad social y / o competencias sociales más débiles no creen que puedan elegir entre personas con las que pueden ser amigables. Ayúdeles a aprender que tienen el poder de elección. Pueden decidir con quién intentarán relacionarse y cuándo. Esto también proporciona una sensación de autocontrol sobre las conexiones en su mundo cara a cara.
Practique el tiempo. En un grupo pequeño, pida a los alumnos que piensen y practiquen el momento en que se saludan.
Enseñe cómo coordinamos nuestros movimientos físicos, con nuestros ojos y nuestras palabras cuando nos saludamos.
Comience con los estudiantes en los lados opuestos de la sala. Mientras caminan uno junto al otro (generalmente a una distancia de aproximadamente una yarda), comience a mirarse el uno al otro.
En la próxima pasada, agregue una pequeña sonrisa.
En el próximo paso, agregue una respuesta de saludo (palabras o no verbal). Tenga en cuenta el tiempo y la coordinación de sus ojos, expresión facial, cuerpo y palabras. Probablemente notará que sus estudiantes necesitan practicar esto un poco antes de que estén listos para hacerlo en tiempo real.
Asegúreles que este tipo de práctica es una excelente manera de desarrollar su músculo social y calmar sus nervios para la ejecución en tiempo real con otros fuera de la sesión. Evite asumir que una sola pasada es suficiente, aunque muchos le dirán que “les queda claro”.
Sea positivo y alentador, incluso si hay algo de incomodidad al principio. Notarás una mejora con la práctica mientras construyes su auto-confianza social.
Si su experiencia es como la nuestra, se sorprenderá de lo importante que puede ser esta práctica para ayudar a establecer un sentido de pertenencia en la comunidad que nos rodea físicamente. Después de todo, cuando otros perciben la amistad en las comunidades cara a cara, es posible que comencemos a ver este derrame en las comunidades físicas, que con el tiempo pueden ser paralelas a sus redes en línea. Esto es algo bueno para todos nosotros, ya que buscamos la inclusión en todos los lugares que requieren nuestra participación: con amigos, en una entrevista de trabajo, en el trabajo, cuando compartimos espacio con otros en público, cuando caminamos por la calle, etc. Ayudar a nuestros estudiantes y clientes a buscar pertenencia y equilibrio tanto en el mundo real como en las comunidades en línea ahora se considera una habilidad para la vida. No dejemos que esta habilidad de la vida pase desapercibida.
Traducido por Joana Hall-Olivares y compartido con el permiso de Social Thinking Publishing